Carta a Matías y Carolina

Tandil,
21 de abril de 2001

Queridos Amigos Carolina y Matías:

Es para mí un gran honor poder participar de este día con ustedes. Es para mí un gran honor poder hoy dirigirles estas palabras. Aunque en realidad poco valen las palabras, el mensaje que ellas contienen posee un profundo y valioso significado para mí.

La unión en matrimonio es una ceremonia en la cual ustedes, frente a testigos, manifiestan amarse por el resto de su vida. La ceremonia es una marca de fuego que deja en vuestra mente constancia de algo que ya tienen en sus corazones: el Amor entre ustedes. La ceremonia no tiene valor sin este Amor, de la misma forma en que un envase no tiene valor sin su contenido.

El Amor es una fuerza misteriosa y omnipresente. El Amor busca manifestarse a través del corazón de cada hombre. El Amor utiliza diferentes caminos y diferentes métodos para hacerse presente. El Amor impulsa la vida y se opone a la muerte.

A partir del momento en que tomaron la decisión de Amarse mutuamente, el Amor se manifestó en ustedes como un nuevo Ser, como una nueva Vida. Este Ser es vuestra Pareja. No es Carolina ni tampoco es Matías, pero está hecho de los dos y les ofrece felicidad y regocijo. Crece entre ustedes con la infinita belleza de las cosas puras, dignas del Amor. Potencia la persona de cada uno de ustedes dandoles la posibilidad trascenderla en aquellos hijos que el día de mañana ustedes deseen tener. Pero vuestra Pareja demanda de ustedes a cambio de todo eso que la cuiden, que la respeten, que la Amen, que le den su espacio...

Hoy por la noche, al terminar la Fiesta, al retirarse los invitados y los familiares, al aplacarse la música y las palabras, un profundo silencio los sobrevendrá. En ese silencio convivirán ustedes y vuestra recién reafirmada Pareja en señal de profundo respeto hacia el Amor del cual son dignos. En ese silencio se verán tal cual son y el Amor les hará saber que son el origen de una nueva rama del Gran Árbol de la Vida del que está poblado nuestro Universo.

Vivan con profundidad ese silencio. Sientan su nueva condición. Edifiquen vuestro mundo a partir de vuestro Amor y mantenganse siempre dignos de él. Estén atentos. Muchos en este mundo son devorados en vida por Tánatos, la muerte. Cada cosa que es descuidada queda tarde o temprano destruida. Sin embargo, ustedes estarán seguros por siempre si mantienen esa dignidad.

Este es mi mensaje y mi más sincero deseo de corazón para ustedes que hoy comienzan una nueva y hermosa etapa de vuestras vidas. Cuídense, estén atentos y presentes. No se pierdan nunca, y en los ojos de vuestros hijos verán el fruto de su esfuerzo.

CUCO



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