Compromiso

La vida nos acercó de una forma misteriosa y extraña, recíproca y fuerte. Si en el fondo del alma no me sorprendió conocerte, fue porque en realidad te estaba esperando. Siempre te estuve esperando. Porque siempre tuve Fe en tu existencia.

Ahora ya son varios los kilometros que llevamos caminados juntos. Nos conocimos. Nos tocamos. Aprendimos el uno del otro. Descubrimos diferentes formas de Amar. Discutimos, nos peleamos. Las emociones a veces corren como una locomotora sin maquinista, y parece que nadie las va a parar; aunque luego solitas se calman. Las emociones, al igual que la pasión, vienen y van. Pero el Amor está ahí, en un eterno y sagrado equilibrio dinámico. No cambia pero evoluciona. Y nosotros, al igual que el Amor, debemos evolucionar. Porque lo que no crece muere; y porque las cosas estáticas no participan en el Gran Juego.

Es hora pues de que renovemos nuestro compromiso. El compromiso que siempre nos unió, y que siempre nos unirá, pero que necesitamos recordar una y otra vez a lo largo de las vidas.

El oro aleado simboliza al Amor, por ser noble y eterno, por tener su brillo y a la vez iluminarse con la luz de Dios. El anillo es un recordatorio, que se utiliza en la mano del corazón, para volver a vivir una y otra vez la plenitud del Amor. Las alianzas simbolizan las almas, que hoy vuelven a ver que se encuentran unidas por un eterno hilo de oro, de Amor, que sobrevive al tiempo y al espacio.

Las llaves simbolizan el pasado y el presente, y a su vez reflejan el futuro. Con las llaves te ofrezco mi pasado. Muchos años de espera y de búsqueda, de preparación y de disciplina para conseguir aquellos deseos que emanan de mi corazón, pero que vienen de Dios. Con las llaves te ofrezco mi presente: este hogar que he construido para los dos con cada pena y alegría, cada esfuerzo y cada lágrima. Con estas llaves te ofrezco también mi futuro, para que sea nuestro futuro y el de nuestros hijos.

Sé que vivimos en un mundo donde la perfección no existe. Sé que vivimos aquí la ilusión de estar separados de nuestros semejantes. Sé que sentimos como real la ilusión del tiempo y el espacio, y que no podemos ver al Universo como una sola cosa. Cuando se habla del amor aquí solamente se hace  eferencia a la sombra del verdadero Amor. Sin embargo, también sé que el verdadero Amor no pertenece a este mundo y no sigue sus reglas. Cada persona que habita la tierra debe comprender que su alma pertenece al mundo del Amor, y no a éste. Alguien debe ir por el mundo mostrando eso: que cada uno de nosotros es mucho más de lo que parece.

Sé que vos no usas las mismas palabras que yo uso, ni pensas las cosas de las misma forma en que yo las pienso. Sé que muchas veces mis palabras te resultan irreales, ingenuas o infantiles. Pero también sé que tu corazón alberga los mismos deseos que el mio, y tu dirección en la vida es la misma que a mía. Sé que las diferencias que tenemos nos enriquecerán a los dos.

Con todo esto como base hoy renuevo mi compromiso con vos una vez más: el compromiso de quererte, de cuidarte, de entrar en tu vida, de dejarte entrar en la mía, de aparecer en tus sueños, de que aparezcas en lo míos, de esperarte, de caminar más rápido para alcanzarte, de sonreírte, de respetarte, de reflejarte siempre.

Te Amo

de Cuco para Majo
25 de setiembre de 1999



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